Nací en la isla de Formentera, en 1968, cuando aún no había llegado el turismo (tan solo algún hippie con su guitarra), ni el asfalto, ni la televisión; mientras el mundo estaba conmocionado por la guerra de Vietnam, se producían los asesinatos de Martin Luther King y Kennedy y en Francia salían los estudiantes a la calle detrás del sueño de un mundo mejor.
De mi padre heredé la curiosidad por saberlo todo sobre la vida, por estudiar, viajar, leer… escuchar. De mi madre aprendí que lo primero es ser feliz, a no tenerle miedo a nada y a ser independiente. Estrené la primera escuela rural de la isla(construida por los propios padres), el primer colegio moderno y el primer instituto.